sábado, 17 de diciembre de 2011

90210 Vs. Doctor en Alaska

Todo comenzó en el blog de Hombre Malo. En un arranque, brindó por Brandon y Brenda. Y en comentarios a esa entrada, tuve con él un intercambio de pareceres sobre "90210".
Hombre Malo dijo que "Sensación de vivir" (buena pasta puso coca-cola por este bautizo), fue vista por una generación de españoles (los que estamos ahora algo por encima de los treinta) simplemente porque no había otra cosa.

Luego yo me encontré con la segunda temporada de Doctor en Alaska en la biblioteca. Y me la vi en un domingo de lluvia. Y escribí el post de las series alegres. Pero en comentarios, nuevamente, se me hizo notar que una de las gracias de "Doctor en Alaska" era el canal en el que la emitieron (La 2) y la hora (las tantas).

Y luego caí en que 90210 y Doctor en Alaska eran un binomio. El bar en el que se queda y aquello de lo que se habla. El maquillaje y el lavado de cara. La "disco" y el bar. El Malibu y la piña. Las dos los viernes tras volver a casa. Una detrás de la otra. Una en aquel primer Telecinco lleno de caspa (quien iba a pensar que lo echaríamos de menos años mas tarde), la otra en esa primera "La 2". Una llena de lo de siempre. La otra de lo que rara vez hubiéramos pensado que nos gustaría. Las dos fruto del mismo fenómeno (No había otra cosa y no eramos capaces de apagar la tele un viernes por la noche), pero las dos permitiendo ir identificando a aquellos cuyos organismos habían sido respetados por los ladrones de ultracuerpos.

Eso se ha acabado. Ahora siempre hay otra cosa. No lo añoro. En cierto sentido creo que se nota en la sociedad y más se va a notar en la gente que viene por detrás. Tener donde elegir.

3 comentarios:

  1. Según mis recuerdos (seguramente distorsionados por años de uso del cannabis) creo que 90210 me pilló más pequeño, quizá aún en el colegio (esa E.G.B. donde en octavo eras el rey del patio), y las tribulaciones del Doctor Fleischman me pillaron ya por el instituto, en la transición de infante lampiño a púber hirsuto. Creo que las vi en el momento justo, si hubiera visto "Doctor en Alaska" en el cole a lo mejor me hubiera parecido aburrida, y si hubiera visto "Sensación de vivir" en el instituto igual hubiera hecho de mí un pijo repelente. O no. También recuerdo que el horario de "Doctor" en la segunda cadena no era fijo, lo cambiaban muy frecuentemente de dia y hora, y eso hacía que sus capítulos fueran piezas codiciadas, como el programa "Metrópolis".
    Creo que la educación televisiva de los que ahora nos movemos sobre la treintena es, por lo menos, especial e irrepetible. Yo me considero educado por "Heidi", "Marco", "Los caballeros del Zodiaco", "Chicho Terremoto", "Ranma", "El Planeta Imaginario", "La Bola de Cristal", "Cajón Desastre", "Plastic" y muchos otros que me dejo. Y heredero directo de Eugenio, Gila, Martes y Trece y por encima de todos (en mi caso) Faemino y Cansado y su "Orgullo del Tercer Mundo".

    Hace poco vi la primera versión de "Los ladrones de ultracuerpos". Creo que el Doctor Fleischman y el Doctor Cansado (usted va a dejar de comer cordero) evitaron que hicieran mi réplica descerebrada y sumisa. Me ha encantado esa referencia.

    Me acuerdo que después de "Sensación de vivir" llegó "Melrose Place", pero aquello ya no había por donde cogerlo.

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  2. Lo siento, pero es mi presencia no se puede uno meter con Sensación de vivir. NO es un más de lo mismo, para que lo sepáis, es la primera serie adolescente dramática. Después de ella vinieron todas. Lo aprendí hace poco en un documental llamado "Odio a Brenda" (ni que decir que es lo mejor que me ha pasado en los últimos meses).

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