martes, 5 de abril de 2011

¡Reduzcan esos Pavos!

Vivo al lado de un parque que tiene pavos reales. Esta mañana se han escapado. Los he visto por la ventana. Estaban de excursión por el asfalto, en pandilla de seis, andando entre los coches. Esquivaban con desidia el tráfico, como si fueran vacas, y han estado a punto de ser atropellados varias veces. He entendido muchos de los sinónimos que se usan con la palabra pavo.

Una ducha más tarde, he bajado a la calle para coger el coche. Los pavos habían provocado un pequeño atasco. Estaba a punto de bajarme del coche para ahuyentarlos cuando una furgoneta de la policía municipal ha parado en la calle perpendicular. Se han bajado cinco policías y con sólo verlos, los pavos se han ido a la acera. No me he quedado a ver si al final se los llevaban en brazos al parque, pero nunca se me va a olvidar la cara de felicidad que tenían los municipales. Y eso que eran uno menos.

NOTA: La foto no es mía, pero sí de mi calle.

6 comentarios:

  1. Yo llevó ya tres semanas despertándome con el tranquilizador sonido de los camiones dando marcha atrás con su rítmico Pi, pi,piii.... sus melancólidos chirridos de cuando mueven vallas, que cuando se juntan con el sonido del viento parece una película de miedo de serie B. Con la suave voz de sus honrados obreros...
    Eso sí, el otro día que no oí el despertador me ayudó a salir de la cama uno de esos abruptos y sordos golpes que de vez en cuando se oyen sin razón aparente...
    Sí, lo reconozco, estoy celosa de tu historia mañanera tan mona con los pavos ; )

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. El verano pasado me junté bastante con los pavos. Siempre iban en pandilla, y no había un lider claro. Hacían en todo momento lo que les apetecía y les gustaba correr aventurillas, por eso salían a dar vueltas por la calle.
    Cuando me siento agobiada por mis circunstancias, recuerdo a los pavos y su joie de vivre.

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  4. Déjalos, están en la edad del pavo.

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  5. Así que para una vez que salen de su pabellón para dar una vuelta, llegan los impavidos agentes de las multas a pedirles el DNI, registrarlos a ver si llevan algún pollo o huevo sin mirarles a los ojos mientras ponen cara de "ni se te ocurra hacerte el pavo". Normal que les dé pavor y salgan corriendo por el pavimento.

    Que pavoroso.

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