lunes, 11 de julio de 2011

Obsolescencia programada

Obsolescencia es una de esas palabras no puedo dejar de decir sin alegrarme cuando no se traba en mi boca. Significa cualidad de obsolescente. Que a su vez significa que está cayendo en desuso.
Obsolescencia programada sería pues, la determinación previa a inicio de empleo de un producto de cuando va a caer este en desuso.
Obsolescencia programada es lo que hace que ninguna televisión funcione 5 años después de su compra o que las impresoras lleven un dispositivo interno que evite que duren demasiado.




Obsolescencia programada se acerca a lo que sus palabras indican, aunque le falta decir que gracias a la obsolescencia programada la caída en desuso se deberá no al cambio de hábitos o de modas, sino a la muerte del producto. Lo llaman "Obsolescencia programada" por no llamarlo "Muerte programada". Quizá porque en obsolescencia te enredas y juegas con la palabra en la boca, mientras que con muerte no. Si acaso pronuncias muerte sin la "r" y entreteniéndote más de la cuenta en decir la primera "e". ¿O no?

Más Aquí: Comprar, tirar, comprar

7 comentarios:

  1. Nunca se me había ocurrido pensar que la obsolescencia programada de los replicantes de Blade Runner era en realidad para que al cabo de cuatro años te tuvieras que comprar otro.

    Lo de que es por motivos de seguridad no es más que una excusa de la Tyrell Corporation. Cerdos capitalistas.

    ResponderEliminar
  2. Ya decía yo que la foto era de Blade Runner. Guitardo ha despejado mi duda sin yo preguntar nada.

    Decir obsoleto es menos triste y menos crudo que decir muerto. Y creo que este concepto se basa además de en el fin de la vida útil del producto, en imbuir en el consumidor la idea de que necesita otro nuevo, a la moda, último modelo, haya o no dejado de funcionar el que actualmente posee.

    Respecto al documental, casualmente lo repitieron el viernes pasado en La 2 y me lo comí, que no lo había visto aún. Lo que más me preocupó (realmente me puso de mala leche) no fueron los ardides de la industria para potenciar el consumo desenfrenado, sino la cantidad obscena de resíduos de tecnología que genera el primer mundo, y cómo el tercer mundo se convierte en basurero de nuestros despojos.

    Sumemos este cabreo ecologista a toda la información sobre corruptela política y empresarial de que disponemos hoy día, añadámosle la circunstancia de llevar un año sin trabajo, y ahora entiendo perfectamente que a un manifestante se le escape un capón al parlamentario de turno. Si por mí fuera los corría a gorrazos por todo el pueblo.

    ResponderEliminar
  3. SI A HOMBRE MALO!! SI A HOMBRE MALO!! Es que no queda mucho más que decir a excepción de que la próxima obsolescencia programada sea para con nosotros. Y si no, pensar en hombres depiladitos con peinados imposibles y despues miraos (yo incluido) al espejo.

    Aún así voy a romper una lanza (porque estoy muy fuerte) a favor de ese otro fenomeno que es el "Vintage" donde la gente adquiere productos ya descatalogados o con un caracter muchas veces nostálgico a la par que útil. Vease tocadiscos, motos vespa, frigoríficos con aspecto vetusto, las almortas, el pisto manchego, las gachas y los Fraggle Rocks.

    ResponderEliminar
  4. Yo había visto este documental y también me tropecé con él el viernes. Y sí, a mí el concepto "Tengo fecha de caducidad" me da mucha pena desde que me crucé con Blade Runner (SPOILER) y sus tres variantes de Persona con Obsolescencia Programada:
    - Lo se y me jode a muerte.
    - Lo empiezo a sospechar pero no quiero que así sea por lo que me agarro a las evidencias contrarias, y...
    - No lo se. De hecho sólo lo saben los que vieron el montaje del director.

    Lo que no es filosofía de almanaque, ya lo ha dicho Hombre Malo.

    P.D: Guitardo, te juego algo a que en el remake que se plantean de Blade Runner meterán el concepto del que haces broma.

    ¿Y si los marcapasos están hechos para tener que ser cambiados cada X tiempo?

    Mudo.

    ResponderEliminar
  5. Cuando he leído la segunda parte del comentario de Kriskros me lo he imaginado entrando en el cuadro de "La rendición de Breda" (las lanzas, vaya) rompiéndolo todo, soltando muchos improperios y agitando mucho los brazos.

    Qué infame manía la de Jolibud de remakear películas. Llegará el día en que veremos el remake de "La tía de Carlos" con Jim Carrey haciendo el papel de Paco Martínez Soria.

    Mi fe en la humanidad disminuye por días.

    ResponderEliminar
  6. Por cierto, nunca había pensado en lo vintage que son las gachas y las almortas. Retro-agro-gastronomía.

    ResponderEliminar
  7. Kriskros, lo vintage, cuesta una pasta

    ResponderEliminar