jueves, 10 de diciembre de 2009

"La semilla del Diablo" Vs. "El exorcista"

Estas películas tienen un punto en común que va más allá de lo obvio (Satán): Sus equivocados títulos. En el caso de "La semilla", la culpa es de quién no tradujo literalmente el título original (Rosemary´s Baby). En el caso de la segunda, el autor de la novela patinó, el error se mantuvo en la película y el traductor del título al español no fue capaz de atajarlo. Y los motivos de estos erróneos títulos representan a muchos otros fallos a la hora de etiquetar.
- "La semilla del Diablo" representa a los títulos que predisponen demasiado.
- "El exorcista" representa a los que cuentan más de lo necesario.

Si una película se llama "La semilla del diablo" y en la primera secuencia vemos a una mujer embarazada: ¿Quién no suma cuatro? ¿Quién no se pasa media película pensando que el Diablo no acaba de aparecer por allí? ¿Quién no se ha decepcionado un poco al ver esta película por primera vez? ¿No era más sugerente dejarlo en "el bebé de Rosemary" (o, de ser de 2009 "El/la niño/a de Rosemary")? Creo que ese título marca una senda que predispone al espectador hacia caminos que la película más tarde no sigue. El título original es sutil (como la peli). La traducción llama a una película de miedo (tipo "Pactar con el Diablo", que aunque sea mala está bien titulada). Y pasa como cuando Jim Carrey hace un drama. A nadie le gusta porque no se ha reído.

El caso de "El exorcista" se parece, pero no es igual. En este caso su título sí predispone para lo que se va a ver. Pero te cuentan más de la mitad de la película en él. Hay un millón de películas en las que el título te cuenta el argumento y no te molesta. Pero la trama de la primera hora de "El exorcista" consiste en descubrir lo que ya te dice el título, lo que no es lo mismo. Porque "El exorcista" no va de un "Exorcista". Ni siquiera de un "Exorcismo". Trata de una niña que hace cosas raras a la que no paran de hacerle pruebas médicas. De un médico a otro y de una Resonancia a un TAC. Y tú, como espectador, aburrido, pensando: Pero si es el demonio. Si lo dice el título. Así pues el título podría haber sido más abierto o la película haber comenzado por la mitad (así podría ser buena). No hay más que ver lo bien que está llamar "La profecía" o "Demian" a películas de similar target.

2 comentarios: