Elecciones. La gente vota. Antes de convertir votos en diputados, los partidos políticos que han obtenido menos de un 3% de los votos quedan fuera. No entran en el juego de reparto.
El problema es que el porcentaje de cada partido (ejemplo para partido A) se obtiene teniendo en el denominador también a los votos en blanco:
Nº de votos de partido A/ Suma total de votos de todos los partidos y votos en blanco
O sea, que cuantos más votos en blanco haya, menos porcentaje tendrán TODOS los partidos. Y a menos porcentaje, más fácil es quedarse por debajo del 3% y no entrar en la siguiente fase. ¿Quienes suelen ser los más perjudicados? Los partidos menos votados, que corren el riesgo de no llegar al mínimo. ¿A quién favorece? A los demás, no solo al que más votos saque.
Para la fase siguiente, el voto en blanco ya no cuenta.
Hay tutoriales que explican lo que sigue. Y un simulador para ver en directo sus consecuencias.
Esto es para las elecciones nacionales. Para las municipales el porcentaje pasa del 3 al 5%.
Cualquier dato adicional o corrección se agradecerá en comentarios.
Más información Aquí.
En la escritura de este post, F. Vallejo fue pieza clave y ningún animal fue herido.
Depende, como animal que soy creo que al menos debería computar como maltrecho. A no ser que no sumemos el 3%, claro.
ResponderEliminarCaso Práctico nº1: Autonomicas Madrid 2007
(http://icon.cat/util/elecciones/DOsrgDoeVM)
Ni aún suponiendo que el millón de abstención votáse en blanco, los resultados no cambiarían.
Nota: UPyD no se presentó
Caso Práctico nº2: Nacionales 2007, 35 escaños de Madrid
(http://icon.cat/util/elecciones/NIsrZyoeQk)
El famoso primer escaño de UPyD lo obtuvo gracias a su 3.8% de votos válidos. Hubiesen hecho falta 900.000 votos en blanco más - algo bastante improbable- para que UPyD se quedase sin su primer diputado. IU le siguió a la zaga.
Mi resumen: en Madrid, basándonos en los resultados anteriores, poco o nada hubiese cambiado, tanto en autonómicas como en municipales.
En otros sitios creo que dependerá del volumen de votos válidos y/o de la diversidad de partidos. Siendo los sitios más pequeños y/o con más partidos minoritarios donde realmente podrían existir diferencias.
Dicho esto, si nos vemos en Sol estos días, estupendo. Y si no, que sea después para seguir "trabajando en ello".
Fer
Me gusta el post. Me cae bien Fer dijo...
ResponderEliminarEstais tardando en ir a Sol a hacer bultico. Aquí en CR se hace lo que se puede.
Últimamente he leído muchos artículos y entradas de blog al respecto. La conclusión que he sacado es que las abstenciones (ya sean por dejadez o por principios) y los votos nulos caen en saco roto y el sistema no las contabiliza ni les da la importancia que a lo mejor deberían tener. Y que el voto en blanco, vendido como voto de castigo a los partidos, realmente hace más difícil la representación de los partidos pequeños como aquí se explica, aunque en el fondo el volumen de votos tendría que ser muy alto para cambiar realmente algo. De todas formas circulan por ahí casos reales en los que los votos en blanco si han sido significativos y han propiciado un resultado diferente, pero creo que siempre en localidades pequeñas. Luego están los conceptos como el voto útil (vótame a mí para que no vengan los malos), el voto por descarte (voto al que me parece menos malo, aunque tampoco es que me convenza) o el voto por inercia (en mi casa somos del PSOE/PP de toda la vida). También tenemos una ley electoral que, a la postre, da más valor a unos votos que a otros dependiendo de la localización geográfica y el número de habitantes y que propicia que, por ejemplo, aunque IU obtenga más votos reales a nivel nacional que CiU, obtenga menos escaños. Por lo que he leído últimamente, esta ley creada durante la transición fue una argucia para evitar que el PC obtuviera poder.
ResponderEliminarPersonalmente, en ocasiones me he declarado acérrimo abstencionista como repulsa a un sistema en el que no creo, y en ocasiones he votado a pequeños partidos de izquierda por aquello del romanticismo de dar mi voto a una recua de idealistas melenudos, barbudos, consumidores de cannabis y judeomasones. A lo mejor soy un idealista barbudo, melenudo, consumidor de cannabis y judeomasón. Y a veces huelo regular.
Joder qué parrafazo. Mil disculpas...
ResponderEliminarGracias Fer. Pero no fuiste herido, te pongas como te pongas.
ResponderEliminarTengo curiosidad por saber si todo esto va a servir de argumento a los perdedores. Porque a priori nadie se está lanzando a decir en qué puede cambiar los resultados.
Hombre Malo, parrafea lo que quieras, que siempre gusta leerte.
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