En España, las balas que no matan a quien deben se pierden. Y en ocasiones, de perdidas que están, matan a quien no deben. La bala no sólo se extravía, sino que acaba su búsqueda en un lugar indebido. Es lo que tiene perderse sin poder hacer el camino de vuelta.
En Italia, a las balas que no son certeras las llaman balas vagantes. Vagan. Vagan desde la misma acepción que en España se pierden; andan por sitios sin hallar lo que buscan. Pero también vagan desde el otro lado de la palabra. Tienen tiempo y lugar suficiente para hacer algo; están ociosas.
Por todo esto, una bala italiana puede que no de al objetivo que buscaba quien la impulsó desde un gatillo. Pero esto no hará sino iniciar una nueva vida, más relajada y tranquila, que quizá concluya en la nada, quizá dónde deba.
Si a todo. Me ha gustado mucho el relatín y despues de ver esa pedazo de escena, me han entrado ganas de darle otra oportunidad a Kusturika.
ResponderEliminarYo tomaré lo mismo.
ResponderEliminarPues a mí me mola Kusturika como cineasta y como músico, es tan... serbio.
No, en serbio, tiene momentos delirantes en ambos campos. Y ahora en sirio, abjjajajlamajjsja jasjdllas alayá.
Pues yo no he entendido una palabra.
ResponderEliminar¿qué tiene que ver la novia en todo eso de la bala?
¿acaso esa novia vaga como bala perdida porque ha sido disparada desde el típico cañón circense?
¿acaso fue el mono el que disparó?
¿he de ruborizarme por hacer estas preguntas?
¿debería kusturizarme?
la verdad es que no me ha hecho croacia
Muchas Grecias. Sobre Togo a Alicia.
ResponderEliminarMudo.
Oh, no hay por qué Dallas (las tracias). Aunque como buen cretino (nací en la isla de Creta), prefiero las samotracias. Menos cuando salen rana (en efecto, las batracias).
ResponderEliminarAunque ahora que lo pienso, yo debí ser de Trinidad y Tobago (por eso soy tan holgazán, huelga decirlo).
¡Bon Jovi a todos!