Este libro me parece más que nada interesante. Por ser tener una trama policiaca de medio pelo en la que el investigador principal padece de la enfermedad de la Tourette. Y lo que es más importante: Está escrito en primera persona. Cuando el protagonista piensa, no hay problema. En cuanto abre la boca, mierda, coño, se pone a manifestar, infestar, festejar, síntomas que hacen que uno piense mucho en lo difícil, comemierda, comemierda, que debió de ser hacer la traducción.
Nadie toma en serio al protagonista, y la trama se va retorciendo hasta que llega un punto en el que ni te enteras del todo, ni importa demasiado. La segunda de estas cosas ya pasaba en "El sueño eterno". Ambas en su encubierto remake "El Gran Lebosky". Lo dicen los Coen.
Pues tiene que ser denso de leer este libro. Con tantos improperios tiene que ser como una película en la que están todo el rato fumando. Al final de ella, lo único que te apetece es fumar... pues lo mismo pero con improperios.
ResponderEliminarMe inquieta lo del remake de "el sueño eterno". Tendré que verla.
El síndrome de Gilles de la Tourette vio acortado su nombre por la ley del mínimo esfuerzo, que lo sepas
ResponderEliminar