Este mayo lo recordaré por muchos motivos. Y uno de ellos es el quehacer de los antidisturbios el día que el Atleti ganó un partido. Tres balones tocan una red en Bucarest, y dos horas después un policía con casco, escudo y mala hostia (valga la redundancia) limpia de gente a golpes una calle porque (dicen, yo no lo vi) estaban quemando contenedores dos más atrás. Eso es un efecto mariposa y lo demás tonterías.
Ese día pensé que era sólo fútbol, y no nos querían en la calle. ¿Qué pasará cuando no sea fútbol? ¿Propondrá Esperanza Aguirre (La Cólera de Dios) manifestaciones a puerta cerrada? ¿Subirá el sueldo en anfetas a los antidisturbios?
Pero, como decía Martín Romaña, imprima, no deprima: Los policías son ciudadanos. Y lo mismo uno de estos días la empresa del cuñado de alguno se va a la mierda por 20.000 euros, mientras a Bankia le dan 9.000.000.000 euros. Y lo mismo, estando de frente a una manifestación se giran y tiran para adelante encabezándola. ¿Ciencia ficción? Quizá, pero he aquí a la oveja Dolly de esta ciencia ficción.
En Alemania.
Vía S.F. Balbuena, Más aquí.Pero, como decía Martín Romaña, imprima, no deprima: Los policías son ciudadanos. Y lo mismo uno de estos días la empresa del cuñado de alguno se va a la mierda por 20.000 euros, mientras a Bankia le dan 9.000.000.000 euros. Y lo mismo, estando de frente a una manifestación se giran y tiran para adelante encabezándola. ¿Ciencia ficción? Quizá, pero he aquí a la oveja Dolly de esta ciencia ficción.
En Alemania.
De todo lo que más me llama la atención es ver quiénes son esos antidisturbios: no solo hay hombres, sino también mujeres; unos cuantos peinan canas (muchas) y la gran mayoría sonríe.
ResponderEliminarMi esperanza está en que bajo los cascos de los nuestros haya algo parecido, y mi miedo es encontrarme algo tal vez más desagradable que mi reflejo en su casco.
Ayer escribí un comentario irónico y triste sobre este texto. Repletito de desencanto.
ResponderEliminarDespués me fui al cine, todo un evento en estos tiempos, y el ordenador se calentó y se declaró en huelga.
Hoy es otro día. Hoy sí puedo imaginar sonrisas debajo de esos cascos.
Gracias Mudo por enfrentar la cólera de dios con tamaña insurrección, ¡¿y si se giran?!
Gracias Guidiquian por "Las nieves del Kilimanjaro".
y gracias ordenador por calentarte y elegir la huelga.
Sonia, ¿Antidisturbias, pues? A mí me caen bien tod@s. Por más que sus abuelos invadieran Europa o sus políticos nos estén dando candela. Observese la bandera griega en una mani alemana.
ResponderEliminar¿Por qué mola la película Ainara?
Tres hurras por el recalentón del ordenador
Parece el comienzo de algo que bien podría ser muy bonito. ¿Qué ocurrirá? Ya se verá.
ResponderEliminarEs una observación personal, pero cuando fui a votar, no recuerdo haber visto Bankia como opción. ¿Y tú?
LAS NIEVES DEL KILIMANJARO
ResponderEliminarPorque hace sol todo el tiempo
Porque la trama avanza con insinuaciones pero sin saltarse ni un solo estado emocional, dura y sensible.
Porque los personajes son enormes. Contados con detalles tan pequeños como plegar calcetines o pelar guisantes, por la mañana temprano sentado a la fresca. Contradictorios, como todos.
Porque están guiados por un texto que de puro sencillo desaparece, que por cotidiano te identifica y que te envuelve sin darse importancia, sin discursos, para una hora después dejarte ir con la cabeza llena de seguridad, de posiciones ante la vida, de decisiones tomadas.
Porque la historia son los personajes haciendo camino, nada más. Y porque me identifico con eso, y con su forma de caminarlo. Con la relevancia de los detalles diarios para definir quienes somos.
Porque desborda confianza en el ser humano y la necesitaba, vaya que si la necesitaba.
Y sobre todo, porque me reconfortó como cuando regresas a una situación a la que perteneces pero que habías olvidado, y dices: ¡Hostia! Esto era yo, así quiero envejecer.
Las quejas a Mudo, que ha sido quién lo ha pedido.
ResponderEliminarNinguna queja. Solo ganas de verla.
ResponderEliminar