lunes, 19 de octubre de 2009
Al final de la barra
Él estaba en un extremo de la barra tomándose una copa de ron con cola. Conocía a los camareros. Eso le daba la oportunidad de ir solo al bar sin sentirse completamente solo.
Ella estaba en el otro extremo de la barra tomando algo con unas amigas suyas.
Él la observaba. Había algo en ella que llamaba su atención. Era guapa. Pero no era solamente eso. Desprendía alegría, felicidad. Continuamente sonreía.
En un momento de la noche, ella le miro. Él se quedo inmóvil. No podía siquiera seguir bebiendo. Empezó a fantasear no solo con la posibilidad de acostarse con ella esa noche, si no con la posibilidad de amarla, con tener una vida en común, con los viajes que harían juntos, con las discusiones que acabarían con los dos en la cama, con el nombre que les pondrían a sus hijos, con mudarse al campo cuando la vida de la ciudad les cansase lo suficiente, con los cigarros que se fumarían juntos.
Tenía ya el sabor del humo que salía entre sus labios en su boca, cuando apareció un chico. Ella le beso.
Él pidió otra copa.
Etiquetas:
Breverías
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Muy cautivador, casi tanto como las Aventuras de Retrobot. Me mola como escribes!
ResponderEliminarAins... la historia de mi vida...
ResponderEliminarUhhhhh como la vida misma.
ResponderEliminarun abrazo salao.
Soy Zu-Raspus
Pues claro que me gusta que os guste!! cualquier otra cosa que diga, sería mentira.
ResponderEliminarJo tio, que perfecta sintesis,jejeje.
ResponderEliminarMa molao, ma molao...
Nos vemos en aquel bar ;)