Pues bien, aquí dejo mis cinco principales de aquellas cosas en las que la insistencia me llevó a la felicidad (bueno, a piquitos de):
1. Los Soprano. Una serie con 7 temporadas debe tomarse como un libro de 1000 páginas. Las primeras 100-200 son de tanteo. Y así es esta serie. A mí me la dejaron y no acabé la primera temporada con la convicción de que no era para tanto. Me insistieron. Yo mismo insistí y es lo mejor que he visto en televisión. "The Wire" incluida, que es también muy buena (aunque voy por su segunda temporada)
2. 2001. Increiblemente fue en un autobús dónde descubrí que esta película es la mejor de Kubrick. Le había dado dos oportunidades anteriormente y era más efectivo verla que tomarme un valium. Pero un autobusero cinéfilo (o empanado) consiguió que entendiera la grandeza de esta película. El truco: No intentar entenderla.
3. "El periodista deportivo" de Richard Ford. Este libro me lo recomendó Juanchita y me lo dejé a medias. Me parecía lento y que contaba poco. Pero meses después le di otra oportunidad. Y es un buen libro. Pero su segunda parte "El día de la independencia" es bestial.
4. Las fabes con almejas y los calamares en su tinta. Hijo de asturiano, no me quedó más remedio que insistir en estas dos delicias que de pequeño no me entusiasmaban. Y ahora su comida me alegra el día.
5. Madrid. Ciudad difícil. Cara. De malos modos. Sin tacto alguno. Que te come con facilidad. Pero que me encanta. En el fondo es un pueblo de Castilla en un escenario de Zarzuela. Con mogollón de ambientes turbios. En el que lo mismo se roban los adornos de la boda de Letizia y el príncipe que se dona sangre masivamente tras los atentados de 2003. Cada Barrio es una especie de ciudad de provincias en el que se mira por encima del hombro a los que son esas ciudades al tiempo que se les dice que salgan con ellos el próximo fin de semana. De cañas por el barrio, en general. Y si no vas es tu problema, no el suyo.
Con el 1. y el 2. me pasó igual. Perdí 10 intentos con los 2 primeros capítulos de Los Soprano,(me dormía a los 15 minutos); pero insistí y al 3º ya me enganchó. Parecido con 2001, aunque a las escenitas psicodélicas del final no le cojo el gusto.
ResponderEliminaruna obviedad para relajar la seriedad que a veces acompaña a mudo: la tónica
ResponderEliminar1.En series meto a Lost. Me costo empezarla por el tema de que todo el mundo decía que era maravillosa y al final caí como un yonki.
ResponderEliminar2.En Peliculas, curiosamente, meto a Lebowsky y los Cohen. Si, al principio no me gustaron nada y ahora son un fetiche.
3.Mis actuales grupos favoritos tambien entraron de esta forma. Tool y Porcupine Tree. Al principio ni fu ni fa.
... Seguire pensando en el 4 y en el 5
Yo cuando tengo que explicar esto mismo con Los Soprano siempre hablo de la cerveza o el café y el jazz.
ResponderEliminarLa psicodelia del final de 2001 es la parte en la que hay que estar más concentrado evitando querer entender nada.
ResponderEliminar¿La cerveza sin alcohol, el café sin cafeína o la tónica sin ginebra valdrían también?
Estoy muy de acuerdo, "El gran Leboswky" se aprecia más a la tercera.
Pues dentro de mi cabeza encuentro sentido a 2001... Hay que pensar en 4 dimensiones jajajaja!!
ResponderEliminarMuy bueno lo del jazz.
en música, kevin johansen, la primera vez que lo oí me horrorizó, mudo es testigo... y ahora resulta que me tiene tontita
ResponderEliminarLa verdad es que de este Kevin sól he escuchado la canción esa de que le dejan y su vida mejora. Insistiré.
ResponderEliminarGran olvido el mío no mencionar la madre de todas las series de televisión en la que la insistencia es la clave del éxito: "The Office (BBC)". Muchos mueren por el camino, pero de los que aguantan, una abrumadora mayoría nos hacemos fans.