El sombrero del presidente Zelaya

Esta es la foto que hoy pone en portada "El País". En ella nos muestra al ex-presidente de Honduras durmiendo en la embajada de Brasil de su país, en la que está exiliado. No pienso hablar de política. Simplemente mirad la foto del presidente al que tras un golpe de estado los golpistas no dejaban volver a su pais.



Se supone que este señor hace unos meses era presidente. Y suponemos que Brasil estaba informado de que iba a alojarse en su embajada. Y ahora me pregunto: ¿Hasta aquí hemos llegado en la "puesta en escena" política?
O yo comienzo a no entender nada, o la foto pretende mostrar a un presidente capaz de dormir en un sofá con tal de poder hacerlo en su país. Que prefiere dormir mal que hacerlo lejos de su gente. Que tira del imaginario colectivo de lo que debe ser una persona abnegada. Vale. Me da algo de grima, pero vale. No soy vuestro Target. Me creo que la embajada de Brasil se parezca a un piso de estudiantes. Me creo que el ventilador tirado por los suelos de ambiente a la habitación. Incluso me como la banderita y el mapa. Y hasta me hace gracia que no haya un solo mueble cama (con o sin ruedecillas) en toda la embajada.
Pero, señores, se os ha ido la mano con lo del sombrero. Ni los dictadores más horteras de García Marquez hubieran dormido dentro de una casa con un sombrero sobre la cara. Puestos a evitar la luz (¿del resplandor del flash de la foto?), un antifaz como el de Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes" hubiera sido lo suyo. Y el sombrero sobre el pecho. Para que quede claro que quien esta bajo él es Zelaya. Porque yo lo que ahora pienso es que quien disparó la foto fue Zelaya. Y el del sofá es el embajador. O uno de los Erasmus de resaca que andaban por la embajada.
El chandal de Fidel ha sido superado.