Los Domingos, Septiembre y el primer día de trabajo tras la Navidad (3). Mis tres bajones favoritos de todos los tiempos han dejado de influirme. Será que no me molesta currar, que en Septiembre suelo estar de vacaciones, que la Navidad empacha como un bombón de miel y que decidí hace años que los domingos suponen la mitad del fin de semana como para pasarlos pensando en el día siguiente. Sea por lo que sea, y en ausencia de Facebook, no quería yo dejar de celebrarlo públicamente: La época de estudiante está definitivamente enterrada. ¡Dios salve(1) a los que trabajamos para ministerios(2)!
1: Un médico que daba clase en la facultad comunicó a sus alumnos que dejaba la docencia para ponerse al servicio de la Reina como médico de Palacio. Tras decirlo a sus alumnos, uno de ellos se levantó y gritó: ¡Dios salve a la Reina!
2: Ahora me paga... el ministerio de Economía (que se ha zampado al de ciencia e innovación para indignación de Alicia, y contagio de los demás)
3: Fue mi hermana la que, siendo estudiante, un día dijo que Septiembre era como un domingo gigante (o algo así).
FOTO: Cristina García Rodero
Yo solo tengo una pregunta que me come por dentro... ¿Por qué las notas al pie no están en orden?
ResponderEliminarPara que me preguntes por ello, tontón.
ResponderEliminarLos Domingos siguen siendo el día del señor, del señor que escribe esto. De más jovenzuelo era por estar de resacuzo y lo único que apetecía era estar tumbadito, comer, lavarse las corvas y ver una peli antes de acostarse. Ahora, sin más, me encanta no hacer nada de pensar los Domingos (y algún día más). Lo de Septiembre es lo que hablamos de fin de año. Fin de año debería ser en Septiembre. Estás un poco cansado de no tener nada que hacer y llegas al trabajo/curso con las pilas cargadas, no como en Enero que estas con el metabolismo a medio fuelle medio hibernando y no tienes ganas de ná. Lo de los Lunes no lo fumo mucho. Actualmente los tengo libres y antes me permitía faltar a alguna clase in the morning.
ResponderEliminarMis tres bajonas serían: Los miercoles, son como la segunda parte de una trilogía. Ni empieza, ni acaba, por lo que no tiene nada nuevo y encima te deja sin saber como acaba.
El comienzo del calorcito. Eso de ver por la ventana que pleasentville ha dejado de ser en blanco y negro y tener que seguir haciendo lo tuyo, jode.
El calor de Julio. Inhabilitación total para hacer cualquier cosa. Siempre sudas. Y con ese precepto se te quitan las ganas de empezar a hacer nada.
A mí con la Navidad me pasa lo contrario de lo que te pasaba. La Navidad es la bajona. Cuando empieza diciembre y ya empiezan a adornar las calles con lucecitas pienso "joder, otra vez...". El primer dia después de Navidad es como "venga, ya podéis ir quitando el puto reno de lucecicas y metéroslo por el...".
ResponderEliminarLos domingos me gustaban cuando trabajaba. Para mí eran el dia dedicado a mí mismo, el de ponerme mi batín granate, encenderme un habano frente a la chimenea y leer a Kafka diciendo "uhmmm" y mesándome las barbas. También soy muy de fregarme las corvas como Kriskros.
Y siendo interino, Septiembre es para mí como la lotería de Navidad para muchos, expectante (que no expectorante) a ver qué me toca, si es que me toca algo.
Actualmente mis tres bajonas son: Mariano Rajoy Brey, Esperanza Aguirre Gil de Biedma y Maria Dolores de Cospedal y su Pastelera Madre.
Y Joaquín Sabina, me da mucha bajona también.
dice la rae que corva, en su cuarta acepción, es la parte de la pierna, opuesta a la rodilla, por donde se dobla y encorva. asi qué no entiendo la necesidad de este exceso de higiene en la zona. yo soy más de lavarme el bajo vientre, así, en general. y de no poner mayúsculas después de punto. por lo demás, no encuentro nada que me de bajona, es parte de mi desorden mental, el mismo que hace que no me fije en los detalles importantes y que tenga menos retentiva que un rape. como consecuencia soy feliz a nivel basal y escribo párrafos muy largos.
ResponderEliminarel ministero que nos acoge se denomina de economía y competitividad, y llamar a lo que siento indignación, es poco.
Las corvas son los nuevos sobacos.
ResponderEliminar