martes, 10 de marzo de 2009
Cuando la gracia del chiste está en entenderlo
Woody Allen, en Misterioso Asesinato en Manhatan, se sale de la ópera antes de que acabe. Diane Keaton le pregunta que por qué lo hace. Woody Allen dice: "escuchar Wagner me da ganas de invadir Polonia". La mitad del cine se ríe. La otra mitad no. De la mitad que se ríe, un tercio lo hace por inercia: Total, solo un tercio de los espectadores "ha pillado el chiste". ¿Era el chiste gracioso acaso? ¿o la risa de haber caído (o sabido) que Hitler escuchaba con frecuencia a Wagner es de satisfación por lo cultos que son? Yo no lo tengo claro, Gavito sí lo tenía.
En los últimos meses tengo muchas conversaciones en castellano o inglés en las muchos de los interlocutores no dominan (dominamos) el idioma. En esos casos el nivel de aquello que nos hace gracia cae de manera estrepitosa. Nos hace gracia que un checo haga un chiste. Y nos reímos de que lo ha hecho, no de que tenga gracia. De que pueda entenderse cual podría haber sido la gracia del chiste, no de que sea gracioso. Porque los chistes checos jamás lo son. A él le pasa lo mismo cuando lo intentamos (quién lo hace) en inglés. Cualquier juego de palabras se aplaude por el intento. Y termina por ser difícil saber cuando algo es divertido de verdad en medio de un nivel tan poco exigente. El tema es que llega a disfrutarse. Al final da un poco lo mismo si te ríes o te ríen. Como cuando juegas con un niño al que todas tus caras hacen gracia.
La pena es que antes o después, igual que los checos aprenden español, los niños crecen.
¿Está claro, no?
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Cristalino.....
ResponderEliminarPero entonces si me río de la coña del Allen ¿¿soy un guay o soy un gilipollas?? Me lo aclaras por favor.
Por cierto confieso que en más de un chiste me he reído y no tenía ni puñetera idea de porqué.... es que pasa uno una vergüenza
Hola, es la primera vez que me animo a escribir, soy Laura. Creo que hay que aprovechar todas las oportunidades que se tengan para reírse que siempre sienta muy bien al cuerpo y a la mente. saluditos.
ResponderEliminarSi parte de la gracia del chiste está en entenderlo, parte de la culpa de que los chistes no tengan gracia está en explicar por qué tienen gracias los chistes.
ResponderEliminarLos chistes son como el arte (que coño, son ARTE... "¿arte? ¡ESTO ES ARTE!"). No hay que hablar de ellos, solo dejarse llevar.
:P
No solo importa el chiste y/o cogerlo, es importante tambien el momento, estado, y la persona que lo cuenta. El caso es que de algún modo lo interesante del chiste y todo su microcosmos, es reirse y da igual que sea el chiste, si lo coges o no, el calor de las copas, el personajazo que te lo cuenta o todo lo que te fumes.
ResponderEliminarReirse = bien!!
Claramente no está claro, Gabiwaters. Y tú nunca eres un gilipollas, tio grande.
ResponderEliminarBienvenida Laura, seas quién seas detrás de ese nombre.
Guitardo, me mola lo que dices. El mismo mecanismos que nos puede llevar a la risa nos la quita si lo conocemos. ¿Por qué dejan de tener gracia los chistes explicados?¿A qué huelen las nubes?
Kriskros, reirse=bien, de acuerdo, pero sabemos que hay bromas y bromas, aunque la risa que provoquen sea la misma.
Creo que por fin voy a conseguir que más de uno no vuelva a contarme un chiste en su vida. Admito que me incomoda el simple hecho de ver a alguién que se prepara para contar un chiste. Le veo la cara de.... ¡te vas a descojonar!!! automáticamente desconecto del chiste, me suelo fijar más en como se lo curra, termina el chiste y no me he enterado de nada, a veces si me entero, otras a medias pero es un chiste y automáticamente pierde la gracia, a no ser que me lo esté contando por ejemplo Eugenio que él en si es un chiste.
ResponderEliminarOjalá me pudiese reir con todos los chistes, reirse es una de las mejores cosas que tiene esta vida pero..... no todo el mundo puede contarlos.